Cuando conducimos de noche, las luces delanteras de los coches que van en dirección contraria inciden directamente sobre nosotros.
Este hecho provoca un deslumbramiento que afecta de forma negativa a nuestra visión.
Las lentes progresivas personalizadas nos permiten adaptarlas perfectamente a la montura elegida por el paciente o en función de los distintos estilos de vida, gracias a estos parámetros y con tratamiento antirreflejos reducen la sensación de deslumbramiento, mejorando la visión y disminuyendo el riesgo de accidentes.